sábado, 27 de septiembre de 2008

Satisfacción

   Hace un rato me pude dar el lujo de copiarle y pegarle en el chat esta respuesta editorial que tenía guardada para la persona para la que la escribí.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Mano dura en la educación

Adaptación mía de “Fatal Beatings” de Rowan Atkinson

Locutor: La escena transcurre en el despacho del director del colegio “Saint Mary’s Mercy” del exclusivo country “Los Pitutos” de Pilar. Este barrio cerrado es el hogar de la crema y nata de la Argentina. La sangre más noble de la república convive allí: diputados, senadores, ministros, jugadores de fútbol, sindicalistas, narcotraficantes, empresarios, traficantes de armas, abogados, estrellas de televisión y lobbistas tienen una pequeña isla de paz tras las cercas electrificadas y los campos minados.
El diputado Bedoya ha sido llamado para discutir los problemas de conducta de su hijo.

[Golpean a la puerta]

Director: ¡Adelante!

Sr Bedoya: Permiso, mi estimado señor Director.

Director: [Ceremoniosamente] ¡Diputado Bedoya! Pase usted. Por favor tome asiento. ¿Me acompañaría con un té?

Sr. Bedoya: Bueno, cómo no.

Director: Bien, diputado Bedoya. Me alegro que haya podido venir. Sé que usted es un hombre ocupado, pero este asunto no podía discutirse por teléfono.

Sr Bedoya: Para nada, señor director. Un Bedoya siempre tiene tiempo para preocuparse por la educación de sus hijos. Como lo dije en mi campaña: los jóvenes son el futuro, así que si Tomasito hizo alguna macana, quiero saber. Mi mujer y yo creemos que el modelo de disciplina del Saint Mary’s Mercy es lo mejor que este país puede ofrecer para que él mismo mañana sea un líder de bien: derecho y humano.

Director: Le agradezco mucho el concepto, diputado.

Sr Bedoya: Faltaba más.

Director: Bueno… con toda franqueza, Tomasito está en problemas. Recientemente su comportamiento ha dejado mucho que desear.

Sr Bedoya: ¡Caramba!

Director: No he visto a un muchacho más revoltoso en todos mis años de enseñanza. En esta escuela tratamos de seguir modelos de educación virtuosos y enérgicos. Sin nosotros, ¿qué sería de los Franco, de los Mussolini o de los Ayatollah Khomeini del mañana? ¡Qué nostalgia!

Sr Bedoya: ¡Sin dudas!

Director: En fin… volviendo al tema de su hijo… Parece no tener interés en la vida escolar. Es revoltoso en las clases. Se niega a las tareas en el campo de deportes. Y han pasado semanas desde la última vez que algún profesor recibió algún trabajo escrito de su hijo.

Sr Bedoya: ¡Qué barbaridad!

Director:
[Con cierto enojo] Francamente, señor Bedoya, si su hijo no estuviera muerto ya lo habría expulsado.

Sr Bedoya:
[Escupe el té] ¡¿Qué?!

Director:
[Rápidamente] Sí, ¡EXPLULSADO! ¡EX-PUL-SA-DO! Si no le tuviera contemplaciones porque está muerto, lo echaría a patadas.

Sr Bedoya: ¡¿Cómo que está muerto?!

Director: Sí... está en la enfermería de la escuela. Tieso como una tabla y un poco verde. Eso es, me temo, típico de su actitud normal. Verá: el muchacho no tiene sentido de la moderación: en un momento está volando como un barrilete, y al rato está quieto como un mueble. ¡Y ya está comenzando a apestar!

Sr Bedoya: ¡¿Y cómo se murió?!

Director: Bueno, ¿es tan importante?

Sr Bedoya:
¡Más vale que sí!

Director: Bueno... bueno... Todo el asunto es por la biblioteca. Últimamente hemos tenido muchos problemas con alumnos sacando libros de la biblioteca sin tarjetas de biblioteca. [Hablando rutinariamente] Su hijo fue sorprendido en esta falta y simplemente murió mientras yo le administraba una paliza. Cosa de rutina. [Rápidamente] Pero se alegrará de saber que el cabecilla fue capturado, por lo que creo que no va a haber ningún otro problema de disciplina con la biblioteca. Usted verá, el sistema de tarjetas de la biblioteca...

Sr Bedoya: [Habla durante la explicación del director] Entonces...

Director:
... es un sistema...

Sr Bedoya:
¿Usted golpeó a mi hijo hasta la muerte?

Director: Sí, sí, eso parece. ¡Por favor! Diputado… no sé cómo son las cosas exactamente en el parlamento pero yo no estoy acostumbrado a que me interrumpan mientras hablo. En fin, el sistema de tarjetas de la biblioteca fue presentado...

Sr Bedoya: Bueno, ¿pero exactamente qué fue lo que pasó?

Director:
[Como si fuera obvio] Bueno, ¡al parecer los alumnos se escabullían a la biblioteca a robar libros!

Sr Bedoya: ¡No! ¡durante la paliza!

Director:
Ah, ¿eso? Bueno... bueno… en un momento se estaba retorciendo y al siguiente yacía inmóvil en el piso. Me refiero a que…

Sr Bedoya:
¿Muerto?

Director: [Tratando de explicar] Mmm... ¡algo así como muertito!... ¡muertito! [Con seriedad] Diputado Bedoya, creo que esta fascinación mórbida que tiene usted con la muerte de su hijo es un poco perturbadora. ¡Yo estoy hablando de la actitud del chico! Y, con toda franqueza, puedo ver de dónde la sacó.

Sr Bedoya: Bueno, ¡yo no fui el que mató a mi hijo a golpes!

Director: Bueno, eso fue perfectamente obvio para mí desde el primer día, cuando lo anotaron aquí. Me preguntaba entonces, como ahora me pregunto, si tal vez el muchacho hubiera salido distinto si usted le hubiera administrado unos golpes mortales antes.

Sr Bedoya: ¿Está loco?

Director: No estoy loco. ¡Estoy FURIOSO! Para hacer lugar para el funeral de Tomasito tuve que cancelar las clases del miércoles a la tarde. ¿Usted tiene alguna idea de lo complicado que es suspender todas las actividades de esta institución? Especialmente con esos zurdos del Ministerio de Educación molestándonos constantemente. Como si no fuera suficiente su bombardeo de ateísmo y bodas homosexuales por doquier.

Sr Bedoya: ¡Esto es absurdo!

Director:
¡Claro que lo es! [Socarronamente] O al menos… si fuera cierto.

Sr Bedoya: ... ¿Qué?

Director: [Con alegría] ¡Estaba bromeando, diputado Bedoya! Discúlpeme, es que yo tengo un sentido del humor académico un tanto peculiar. Le estaba haciendo un chascarrillo.

Sr Bedoya: [Con alivio] Ah, ¡gracias a Dios!

Director: ¡Ni loco voy a suspender las clases de mañana por el entierro del sorete de su hijo!

domingo, 21 de septiembre de 2008

Corch: deporte de reyes

El corch es 50% habilidad, 50% suerte y 50% vino. El 50% de vino hace que uno no note que la suma da 150%.

REGLAMENTO

Esquema

  1. Se dispone del campo de juego como se indica en la figura.
  2. Se necesitan tres corchos (preferentemente naturales), dos vasos de aproximadamente 8 cm de diámetro y una línea divisoria. El juego es sobre una mesa. Los jugadores deben estar sentados.
  3. Los turnos son de tres tiros por jugador. Se hace rebotar verticalmente el corcho en la cancha del que tira, y el objetivo es embocarlo en el vaso del adversario. Eso se denomina "corch", y quien lo logra gana el juego.
  4. Si el corcho no pasa de la línea divisoria, se denomina "anticorch", y se debe repetir el tiro.
  5. Si el corcho toca el cuerpo del vaso se denomina "clink".
  6. Si el corcho toca el borde del vaso pero no entra, se denomina "danger clink".

Hay posibilidades, que dependen del tiempo disponible para el juego.

  1. SÓLO POR CORCH: el partido sigue hasta que alguno de los jugadores haga corch.
  2. POR PUNTOS: puede hacerse una partida por tiempo o por una cantidad predeterminada de turnos. Cada clink suma un punto. Cada danger clink suma dos puntos. Un anticorch resta un punto. Desde luego, el corch (de producirse) hace ganar el juego.