jueves, 31 de marzo de 2011

No todo el peronismo es peronista

El peronismo duhaldista está en contra del peronismo menemista y del peronismo neomontonero. El peronismo neomontonero está en contra del peronismo duhaldista, del peronismo menemista y del peronismo sindicalista (aunque dice tolerarlo como un aliado estratégico). Pero el peronismo kirchnerista está enamorado del peronismo alcahuete síqueridista de Cámpora y se odia con el peronismo de principios de Solanas. El peronismo kirchnerista es un peronismo menemista con críticas a Menem, fundamentalmente cuando este último llega un poco tarde a calentar su sillón en el Senado.

El peronismo felipista está enamorado del peronismo carrió-ista y del peronismo Pro. El peronismo denarvaezista tiene alianzas estratégicas con el peronismo Pro.

El peronismo reutemannista nunca opina ni a favor ni en contra de nada, y en eso coincide con el peronismo sciolista y con el peronismo radicalista de Cobos. Pero el peronismo reutemannista es totalmente distinto al peronismo sciolista y al peronismo radicalista (noafirmativista o no-noafirmativista) de Cobos. El peronismo palito orteguitsta ya sólo se dedica a cantar y a mediar como puede en los conflictos entre el peronismo alpargatista y el peronismo cool seis-siete-ochista. Afortunadamente éstos últimos siempre brindan un análisis colorido del desacuerdo entre el peronismo estatista omnipotente y el peronismo ultraliberal salvaje.

El peronismo feudal del interior es tratado como la hermana con hidrocefalia por los otros peronismos, pero sin él pierden el interior, y eso no es peronista, aún si hay que pelearlo con más peronismo (feudal o más feudal todavía).

Lo que vivimos hoy es una ruptura que hubo hace 35 años entre el peronismo anticomunista de la Triple A y el peronismo comunista montonero, que no es ni por casualidad el peronismo camionero. No al nivel del peronismo gorila de Borges o el peronismo frustrado de Alfonsín (padre) o el peronismo frustrado de Alfonsín (hijo).

Hoy el peronismo clarinista está haciendo buenas migas con el peronismo promacrista, porque el peronismo significa "unión". Unirse es practicar el peronismo. Por eso es imperfecto el peronismo radical de Sanz.

La autoestima peronista siempre debe estar alta. Por eso el peronismo es uno solo y va a ir con muchos peronismos vigorosos a las elecciones entre las cuales decidiremos entre el peronismo, el peronismo y (con menos margen de votos) el peronismo. Desde el peronismo duhaldista kirchnerista oportunista de Fernández (con y sin Policía Federal) al peronismo católico (Pío XII-ísta o Benedicto XVI-ísta) de Cafiero.

En el fondo el peronismo de Perón es como el peronismo de Yrigoyen, pero le salió un poco mejor.

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