viernes, 26 de diciembre de 2008

Muñecos

Este posteo es para ahorrarme el tedioso trabajo anual de explicarle a mis conocidos que no son de La Plata (y son de la ciudad de Buenos Aires, generalmente) y que ignoran una tradición que se ejerce acá desde hace más de 50 años a menos de 60 km de donde están sentados.

El diálogo usual es más o menos así:

X: ¿Qué vas a hacer para año nuevo?
YO: Supongo que voy a brindar en casa y luego me voy para el muñeco de 17 y 53.
X: ¿¿Qué es eso??
YO: Bueno, resulta que acá en La Plata y alrededores desde siempre para año nuevo cada barrio hace un muñeco. Algunos son más profesionales que otros. Durante la última quincena de diciembre los pibes del barrio juntan plata de vecinos y automovilistas para comprar medera, pintura y cohetes (de relleno) para armar alguna figura que represente a algún personaje de la cultura popular de ese año y que se quema una o dos horas después de medianoche. Después de la quema hay música, baile, y en algunos casos, una barra para comprar bebidas. El mejor recibe un premio.


La figura del muñeco es sólo el enganche para que vaya la gente. La quema en sí representa desprenderse de lo malo del año anterior, o simplemente del año. Así (por ejemplo), al ser quemado el Gallo Claudio, no es por una razón de odio hacia el mismo (más bien fue elegido porque nos hace recordar un momento divertido de la infancia a todos), sino que asume la carga de todo lo que queremos dejar atrás del año que terminó. Además, si hay suerte, lo vivís con tus amigos y seres queridos. Es algo de masas difícil de explicar: compartir el calor de la enorme fogata (se siente la diferencia de temperatura entre la cara y la nuca en serio) y los ruidos ensordecedores de los petardos.

Lo tradicional del 31 a la tarde es hacer un recorrido por todos los muñecos en construcción, como se muestra en las siguientes fotos que tomé el 31 de diciembre de 2007.

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En comparación, el año nuevo en cualquier otro punto del planeta es un verdadero embole.

¡Aguante La Plata, carajo!

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