lunes, 16 de marzo de 2009

Hasta el último decimal

Estimado señor Eliaschev:
Me tomo el atrevimiento de escribirle con respecto a su nota en el diario El Día de hoy domingo 1º de marzo. En primer lugar, deseo expresar que su columna semanal es casi la única lectura estimulante que el matutino publica en toda la semana. Es por ello que me permito delizar el siguiente detalle que quizás sea muy anodino: en el segundo párrafo de su columna usted hace referencia a que "los bancos argentinos ganaron $ 7.723 millones, un sideral 84.2 porciento más que en 2007" (sic); separando en una misma frase miles y decimales con el mismo signo (el punto). Siendo consistente con esa notación, los 7.723 millones se convierten en 7723000 pesos (supongo la moneda), cifra que a pesar de estar muy lejos de mis ingresos es irrisoria para los poderes en juego. El episodio se repite en otras partes del texto. Según la RAE (http://buscon.rae.es/dpdI/SrvltGUIBusDPD?lema=punto), la normativa internacional receta la coma para separar decimales y el punto para las potencias de mil, aunque si no hay más remedio lo inverso es aceptable.
Noto que paulatinamente los medios están adoptando el sistema de numeración inglés (me son totalmente desconocidas las razones prácticas), y en sí no es ni bueno ni malo, pero algunas ambigüedades pueden tener consecuencias que en el mejor de los casos son desopilantes. Sin ir más lejos, esta tarde un presentador de la señal de cable TN anunció que un paquete de asistencia de Obama era de no sé cuántos BILLONES de dólares. En inglés usual, el "bilion" es mil millones (un uno seguido de 9 ceros), mientras que en castellano, el "billón" es un millón de millones (un uno seguido de 12 ceros). Ni al redactor, ni a los letristas ni al presentador les parecieron raros tantos ceros de más. Debe ser que después de cierta magnitud uno pierde completamente la noción del número como los yaganes, quizás. Pero no nos olvidemos que la maestra de tercer grado nos hubiera desaprobado en matemáticas por no usar la convención del castellano. Algo en el medio ha pasado. Como estudiante, he descubierto de viejo el odio y el temor generalizado que nuestra sociedad tiene hacia todo lo que involucre números.
Quiero dejarle bien claro que comulgo completa y tristemente con sus apuntes semanales. Es por ello que lejos de hacerme el sabiondo o enfermo de algún trastorno obsesivo compulsivo grave, le pido humildemente disculpas por hacerle perder el tiempo con estas cosas. Pero al fin y al cabo todos los problemas que tiene la Argentina son eso: problemas por números.

Atentamente,
[etc]

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