¿Conociste un chongo por internet y morís de ganas de tener una cita con él? Tené en cuenta estos consejos que te pueden salvar el pellejo:
- Andá despacio. Al fin y al cabo estás hablando con un desconocido. Algunas veces ni siquiera es la persona que dice ser. Hay que estar atento a cualquier tipo de inconsistencias. Hartate de preguntarle detalles corroborables. A la menor señal de peligro, pegale una patada en el traste. Googleá su nombre: los antecedentes policiales resonantes salen al toque.
- No seas pelotudo. No hay razón para andar dando detalles personales a un desconocido. Tu dirección o la dirección de tu trabajo no son algo que le tenga que interesar a la otra persona de entrada.
- Por las dudas. Si arreglaste de salir con alguien, dejá anotados los detalles de con quién y dónde, y también contale a algún amigo. Con esto no estoy diciendo que vayas a aparecer flotando en el Río de La Plata, pero nunca está de más dejar un rastro de miguitas.
- Sin foto no salgo de casa. Pedile fotos actuales, propias y distinguibles. Sospechá si son sobreproducidas. Retrucá con un “¿nunca te sacaron una foto en una situación más normal, estilo un cumpleaños?” Mucho mejor si tiene webcam. Nunca está de más guardar las fotos.
- Una voz en el teléfono. Tampoco te encuentres sin haberle escuchado la voz por teléfono. Aunque sea para arreglar dónde se van a encontrar. Las fotos pueden darte una idea incompleta de la otra persona: por ejemplo, puede parecer flor de chongo, pero hablar como una señora.
- Encontrate en un lugar bien público. Que haya mucha gente, en lo posible. Lo ideal es alguna confitería o café y que sea de día. Si la cosa va terriblemente mal, podés levantarte e irte.
- El regreso a casa. Volvete a tu casa por alguna ruta poco habitual o rebuscada. Esto es por si se le ocurre seguirte.
- Si vas a coger, usá forro. ¡Esto también incluye a los petes! Las lamentaciones luego pueden ser eternas…
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